ITEA Journal Volume 49 Number 3 (Spring 2022)
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VIENTOS DEL SUR:
por Patricio Cosentino
Jorge Tagliapietra, Compositor Argentino
Hace ya más de 15 años que Jorge Tagliapietra ha adoptado a los instrumentos de metal como propios. Compositor y músico argentino pero también ingeniero. Jorge ha dedicado la última década y media a escribir para el eufonio, la tuba y demás instrumentos de metal de forma activa y siendo interpretado en todo el mundo. Siempre me ha fascinado que Jorge es un músico profesional, guitarrista, que compone pero una de las cosas que más me llamaron la atención cuando lo conocí es que el aparte era un ingeniero que trabajaba para la renombrada marca Siemens.
Ganaba su sustento trabajando de ingeniero pero sin embargo dedicaba una enorme cantidad de tiempo a la música, sobre todo como compositor. Siempre se menciona que las ciencias exactas están directamente relacionadas con la música y en Jorge ambas disciplinas se combinan de forma armoniosa.Dotado de un humor muy característico y de un estilo de composición que representa a Jorge al escuchar sus composiciones. Es para mi un privilegio poder presentar ante la ITEA y sus miembros a este compositor argentino que tanto ha hecho y sigue haciendo por nuestros instrumentos.
Hola Jorge,
Un gusto tenerte con nosotros en "Vientos del Sur" de la revista de la ITEA.
PC: ¿Cuál y cómo fue tu primer contacto con los metales?
JT: En realidad mi primer contacto formal con los metales fue académico: Durante los estudios de composición tuve dos materias, Instrumentología e Instrumentación en las que se debían hacer orquestaciones con diferentes instrumentos, obviamente los metales estaban incluidos. Pero verdaderamente empecé a tomarme en serio el tema de los metales cuando recibí un mail de un tal Patricio Cosentino que estaba decidido a acrecentar el repertorio para un inusual instrumento como lo es la tuba. Ahí empezó mi verdadero desafío… Me gustan los desafíos y me gusta meterme en caminos poco transitados, dicho sea de paso. Y ese fue el comienzo de todo…
PC: Luego de escribir Serie Argentina para tuba y piano, ¿que generó en vos, como compositor, haber escrito por primera vez una obra para metales y para un instrumento de metal que, sumado a ello, no goza de la publicidad que podría tener un violín o un piano?
JT: Serie Argentina fue una verdadera experiencia. Era una obra de envergadura, hecha para un instrumento casi desconocido como solista. Me basé en los ritmos folklóricos argentinos y hasta me di el lujo de experimentar con efectos como los sonidos multifónicos y los efectos percusivos. Obviamente debo reconocer que me impactó la grabación Fnugg de Oystein Baadsvik.
PC: ¿Esto motivó tu deseo de seguir componiendo para metales por la posibilidad de crear en un área que antes no se había creado?
JT: Sí, como había ya mencionado me gusta el desafío y sobre todo cuando lo que uno escribe se toca. No me gusta escribir para los cajones del escritorio. Seré un poco ególatra pero me gusta que se cumpla el ciclo completo. Es decir que una vez escrita la obra, que alguien la estudie para tocarla y que después la toque, no una sino repetidas veces. Y si se graba o se filma, obviamente mejor! Qué mas podría pedir un compositor?
PC: ¿Cuál fue tu primera impresión del eufonio?
JT: Si la tuba es un instrumento poco conocido, el eufonio le gana por varios cuerpos… Me gustaría hacer un censo en la calle y preguntarle a los transeúntes si alguna vez tuvieron algún contacto con el piano, la guitarra, la flauta, la tuba o el eufonio.
Creo que de los dos primeros nadie tendrá dudas… De la flauta seguro que la confundirán con la flauta dulce o alguna otra madera. De la tuba algunos la identificarán con la enrollada tuba margarita, tocada en una plaza por alguna banda militar donde un robusto sargento que se la pasa tirando al aire corcheas: do, sol do, sol, re, sol, re, etc. Y cuando le pregunten por el eufonio seguro se quedarán con la boca abierta y sin respuesta… Aún, si se hiciera esa misma estadística en los pasillos de un conservatorio, es muy probable que para el eufonio se obtenga la misma respuesta que en la calle.
Mi primer contacto con el eufonio fue el haber escuchado a Hugo Migliore en el cuarteto Tuba Quattro. Luego tuve la oportunidad de escribir para octeto, es decir cuatro eufonios y cuatro tubas. Tanto Hugo como el afamado Adam Frey tocaron obras mías. Es un instrumento que hace honor a su nombre que etimológicamente significa "buen sonido". Es así, por su extensión y su dulzura no en vano se le llama el violoncello de la banda.
PC: ¿Cuál fue tu primera impresión de la tuba?
JT: La tuba es un instrumento más "conocido" académicamente por estar dentro de las cuatro T: Trompeta, Trompa, Trombón, Tuba". Pero verdaderamente empecé a entender a la tuba y sus enormes posibilidades en mi trabajo con Patricio. Convengamos que no hay muchas obras sinfónicas en que la tuba tenga un rol preponderante. No lo podemos comparar con casi ningún otro instrumento en ese aspecto. No obstante la tenemos en Cuadros de una Exposición de Mussorgsky representando a la pesada carreta, por ejemplo. Pero contrariamente a lo que uno podría pensar la tuba es un instrumento ágil donde se pueden escribir pasajes rápidos sin llegar a matar al intérprete… Alguna vez, después de haberme metido en todo este mundo de los metales me puse a pensar en los orígenes. Es decir en mis orígenes y mi formación. El instrumento que más estudié fue la guitarra. También estudié piano que lo uso mucho actualmente y un poco de violín. Y muchas veces comparo a la tuba con la guitara… La tuba es de metal, la guitarra es de madera; la tuba se sopla, la guitarra se pulsa; la tuba es un instrumento potente y puede tocar al aire libre, la guitarra es un instrumento intimista y es para tocar en lugares cerrados y pequeños; la tuba es monódica, la guitarra es polifónica; la tuba toca en clave de fa, la guitarra en clave de sol… No obstante las marcadas diferencias con mi instrumento creo que aprendí a escribir y a sacarle merecido provecho a la tuba.
PC: Luego de Serie Argentina ¿siguieron otras composiciones
para eufonio y/o tuba? o ¿continuaste tu trabajo compositivo con otros
instrumentos de metal?
JT: Luego de Serie Argentina vino el octeto Entrada, Puente, y Finale y luego Cuatro Intenciones
para Eufonio, Tuba y orquesta de cuerdas de la que también hice
una versión con piano reemplazando a la orquesta que es la que
está grabada en el CD. Y hay más…Choro y El Resbalón para eufonio y piano, Estilo Criollo y Malambo para Tuba y Banda sinfónica
además de muchos arreglos, la mayoría de tango y folklore y
seguramente algunas otras obras originales que no me vienen a la mente.
PC: ¿Qué es lo que más te motiva de escribir para metales?
JT: Me gusta cómo suenan los bronces, con su presencia brillante
en la orquesta. Si bien desde el punto de vista sinfónico tienen
un papel casi predefinido, cuando se escribe para sólo metales hay
que pensar que ellos solos van a tener que ejecutar todos los roles.
Eso también es parte del trabajo del compositor ajustando la
instrumentación convenientemente. Tengo un inmenso orgullo y es el
de que que el entusiasta director de Coros de Bronces Martin Huss
(argentino alemán residente en Alemania) me haya convocado para
hacer arreglos de música argentina para coros de bronces. Hice una
buena cantidad de arreglos. Me gusta cómo suena la música
argentina, tango y folklore en instrumentos tan ajenos. Es muy
divertido para el compositor adecuar la sonoridad de los bronces y
distribuir las melodías entre ellos utilizando las sutilezas
tímbricas de cada uno. Lamentablemente la pandemia nos afectó
a todos y sobre todo la posibilidad de las reuniones presenciales para
ensayos y los conciertos con público. No voy a hacer hincapié
en esto porque todos lo hemos vivido en carne propia. La
conclusión es que por el momento no estoy haciendo arreglos para
Coro de Bronces simplemente porque no hay ensayos ni conciertos.
PC: Como compositor y guitarrista, ¿Consideras, luego de tu experiencia escribiendo para el eufonio y la tuba, que estos instrumentos merecen un papel más importante dentro del mundo de la música por sus posibilidades estilísticas, técnicas y de expresión?
JT: Obviamente que sí. Son instrumentos muy ricos y convengamos también que la mecánica actual los ha beneficiado mucho así como la técnica instrumental. El jazz en su momento contribuyó fuertemente al desarrollo de los instrumentos de viento, sin lugar a dudas. Por lo tanto creo que es bueno alentar y promover la escritura de música para estos instrumentos.
PC: Dentro de tu estilo de composición, ¿hay alguna particularidad de los metales que te atraiga más que otros instrumentos y que te permita expresar mejor tu lenguaje compositivo?
JT: En realidad me gustan los metales y me gustan como suenan, pero también las maderas y las cuerdas y por qué no la percusión…. El hecho de que haya escrito más para metales que para otros instrumentos es porque se dio la posibilidad. Entiendo que esta revista está especializada en ciertos bronces, pero no puedo negar que me gusta componer para guitarra que es el instrumento que más conozco y también para piano y hasta me dediqué un buen tiempo en investigar al órgano, complejo instrumento donde no solo lo musical es trascendente sino la tecnología en cuanto al funcionamiento y a la construcción, además de la aplicación de importante conceptos de acústica derivados de la física.
PC: ¿Que obra de tu catálogo para metales es tu obra preferida y
por que?
JT:
Es difícil precisar cuál es mi obra preferida… Es como
si a un padre le pidieran señalar cuál es su hijo predilecto.
Seguramente podrá describirlos a todos con sus virtudes y sus
defectos pero no se decidiría por ninguno…No obstante voy a
elegir una de mis obras porque particularmente me resulta
simpática y espero que quien la escuche piense lo mismo. Hay una
obra que grabó el Dispar Trío (corno, tuba, piano) que se
llama Milonga Invención. Es una obra humorística
donde me baso en la Invención en Si bemol mayor de Juan
Sebastián Bach la cual empieza muy seriamente pero se va
transformando en una milonga argentina. Luego irrumpe la Milonga de mis Amores de Pedro Laurenz que se va mezclando con
la invención de Bach. Y como desde la nada aparece la fuga de la Toccata y Fuga en re menor de Bach que también termina
convertida en milonga. A mí me resutó muy divertido
escribirla y espero que también lo sea para el oyente.
Entenderán los chistes si les resulta familiar el ritmo de milonga
argentina y por supuesto si conocen Bach.
PC: ¿Cual es tu instrumento de metal preferido?
JT: No lo puedo precisar. Todos pueden ser solistas y cantar cada uno con su voz. Y la combinación y lo que se haga con ellos dependerá del compositor. Ya conté mi experiencia con el eufonio y sobre todo con la tuba. Hay un arreglo que hice del Adagio del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo para trompeta y órgano. Fue tocado el Rusia y en España por César Asensi en trompeta y Liudmila Matsyura en órgano que me hizo sorprender de las sutilezas que se pueden hacer con la trompeta… Obviamente en manos de un maesto.
PC: ¿Qué cantidad de obras para metales posee tu catálogo en
la actualidad?
JT: La verdad que tendría que buscarlas y ponerlas todas juntas y
temo olvidarme de alguna, pero entre obras originales y arreglos son
una buena cantidad. Hay originales y arreglos para tuba y piano, con
eufonio, trombón bajo, tríos con piano, con orquesta de
cuerdas, con banda sinfónica y con orquesta sinfónica. Hasta
hay algunas obras para la insólita combinación de tuba y
guitarra… Más todos los arreglos para coro de bronces…
PC: La ITEA es una entidad que promueve la visibilidad del eufonio y la tuba a nivel mundial con eventos, conferencias, nuevas composiciones y un sin fin de otras actividades.
Como compositor latinoamericano, ¿Conocías las ITEA?
JT: Conocía ITEA porque alguna vez Patricio Cosentino y Adam Frey tocaron alguna obra mía. Y recuerdo que en todo ese ciclo de conciertos solo hubo dos compositores argentinos…. El otro fue Astor Piazzolla… Casi nada, no?
PC: ¿Cómo consideras que la ITEA podría colaborar en la difusión de la música latinoamericana para el eufonio y la tuba?
JT: Hoy en día en la situación actual debido a la pandemia con las limitaciones que se imponen a los conciertos públicos creo que la mejor manera de promover la música, del instrumento que fuere es a través de Internet. No está mal y por supuesto que es deseable que haya conciertos con público. Obvio que no es lo mismo grabar o tocar en casa que hacerlo frente a un auditorio. Asimismo no es lo mismo mirar un video de Youtube que estar en una butaca presenciando lo que ocurre en el aquí y ahora. Pero de la forma en que se pueda hay que seguir adelante. A veces pienso que tras todos los males traídos por la pandemia, esta tuvo lugar en una época de la historia en que la penetración de Internet es masiva. Además tecnológicamente hablando hoy contamos con la ventaja de que un teléfono celular de "gran púbico" posee un micrófono y una cámara de calidad tal que si bien no darán una terminación totalmente profesional de una grabación o un video pero el resultado, con la ayuda de los potentes programas de edición de audio y video hoy día disponibles, es realmente digno y presentable. Y lo digo con absoluta honestidad porque yo que ya tengo algunos años, viví toda la historia de la grabación de audio, desde el viejo Geloso hasta el digital presente…
Jorge, muchas gracias por compartir con nosotros tu tiempo y tu historia. Esperamos que en un futuro tu producción para metales se siga acrecentando y que esas obras se comiencen a tocar en competencias internacionales para nuestros instrumentos.
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