ITEA Journal Volume 49 Number 3 (Spring 2022)
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VIENTOS DEL SUR :
El Eufonio (Bombardino) En La Música Colombiana
El Eufonio o bombardino, como se le llama en algunos países, llego a Colombia junto con el resto de los instrumentos de vientos, como la trompeta, clarinete, trombón, etc. En un principio, estos instrumentos hacían parte de las bandas marciales o militares, con la cual amenizaban diferentes tipos de actos, tanto de tipo militar, como civil. Con el transcurrir del tiempo, estas bandas se fueron acabando y los músicos fueron formando sus propias agrupaciones o bandas, amenizando todo tipo de actividades sociales y religiosas.
Rosendo Martínez
En principio tocaban ritmos venidos de Europa como el vals, mazurca, pasodobles, etc, pero grandes maestros músicos de la época empezaron a transcribir melodías folclóricas tradicionales, tocadas por grupos de gaitas conformados por instrumentos construidos totalmente de madera, como el tambor, el llamador, el alegre y la misma gaita. Este ultimo instrumento es quien produce la melodía en los grupos de gaita.
Grandes maestros de música, venidos de estas bandas marciales o militares, fueron conformando escuelas de formación musical, incrementándose así el auge musical, sobre todo en el caribe colombiano, teniendo a la ciudad de Cartagena como epicentro.
A mediados de los años 1940 a 1950, surgen las primeras grabaciones de música tropical en Colombia, grandes orquestas o banda grande salen a florecer, como la orquesta del maestro Lucho Bermudez, Pacho Galan, entre otras, en la costa norte de Colombia, ya existían las bandas tradicionales o populares, conformadas por trompetas, eufonios, trombones, clarinetes y percusión, (bombo, redoblante, platillos), también había lo que se llamaba en ese entonces como conjunto de acordeón, o música de acordeón, lo que hoy conocemos como Vallenato, teniendo a Carlos Vives como su mayor exponente a nivel internacional.
Rosendo Martinez y la banda de Córdoba
La ciudad de Cartagena seguía siendo epicentro de la música tropical del caribe colombiano, ya que la primera casa disquera que hubo en Colombia estaba radicada inicialmente en la ciudad amurallada, como también se le conoce a Cartagena. Discos Fuentes, del gran Toño Fuentes, fue la precursora de los fonogramas o grabaciones de la música del caribe colombiano.
El maestro Rosendo Martínez, uno de los mas grandes eufonistas que ha tenido Colombia, en sus inicios hacia parte de la banda departamental de Córdoba, destacándose como solista en dicha banda, en alguna ocasión, la banda departamental del departamento de Córdoba es invitada a Cartagena para participar en algunos conciertos juntamente con la banda departamental de Bolívar, destacándose el maestro Rosendo Martínez con su eufonio, es tan magistral la actuación de este maestro que el director de la banda departamental de Bolívar lo invita para ser parte de dicha banda.
Como discos Fuentes quedaba en Cartagena, el maestro Rosendo fue invitado a grabar con varias agrupaciones de música tropical, como la sonora Cordobesa, Rufo Garrido, Pedro Laza y sus Pelayeros, entre otros, tomando este instrumento un auge monumental en la música popular colombiana, tanto que los conjuntos de acordeón de la época también invitaron al gran maestro Rosendo Martínez, para que hiciera parte de sus grabaciones.
Ramón Benitez
El primero en invitarlo a grabar para hacer una fusión entre el Eufonio y el acordeón, fue el gran Alejo Duran, siendo un éxito total, tanto que el artista de mas éxito en ese entonces en este tipo de música con acordeón Aníbal Velásquez, también invita al maestro Rosendo para grabar con su grupo, catapultándose hacia la cima.
El maestro Toño Fuentes, dueño de discos Fuentes, músico, productor y gran visionario, decide con Alfredo Gutiérrez, Lisandro Meza, Calixto Ochoa, Chico Cervantes y otros, músicos ejecutantes del acordeón, hacer la gran constelación de estrellas llamado, "Los Corraleros de Majagual" una gran fusión entre la música de acordeón y la banda popular, conformada por: Acordeón, Caja, Guacharaca, congas, timbal, bajo eléctrico, Eufonio, trombón de pistones y sax alto.
Entre los grandes ejecutantes del Eufonio, que hicieron parte de las muchas grabaciones con los Corraleros de Majagual, se destacan: Rosendo Martínez, Chelo Cáceres, Tomas Benítez, entre otros. Para la década del 1970, todas estas agrupaciones, se fueron apagando, llegando solo a ser parte del extenso catalogo de discos Fuentes y otras casas disqueras que surgieron y el bombardino o eufonio se vuelve un instrumento de museo, quedando en el olvido. Para los 1980s, la música de acordeón o Vallenato como se le empezó a llamar, tenia el sitial mas alto dentro de la música colombiana, destacándose entre ellos: Diomedes Díaz, El Binomio de Oro, Jorge Oñate, Los Hermanos Zuleta, etc.
Por ese entonces, Lisandro Meza, quien hiciera parte de Los Corraleros de Majagual, conforma una agrupación llamada: 'Lisandro Meza y los hijos de la niña Luz, conformada por familiares de Lisandro y en los vientos estaba el maestro Tomas Benítez, quien grabo con Los Corraleros de Majagual y una joven promesa del Eufonio, llamado Ramón Benítez. Sobrino del gran Tom Benítez, como se le conoce artísticamente al maestro Tomas.
Para 1985, el joven Eufonista Ramón Benítez, ya había grabado varios L. P. (Long Play), con la agrupación de Lisandro Meza y los Hijos de la niña Luz, dándose a conocer poco a poco dentro del medio musical. A finales del 1985, la muy conocida orquesta de los hermanos Juan y Carlos Piña, lo llama para grabar el disco que seria éxito rotundo en los carnavales de Barranquilla de 1986, donde el nombre de Ramón Benítez ya es reconocido dentro del medio musical nacional, también entra a formar parte de esta gran orquesta para sus conciertos en vivo.
En 1988, se traslada a vivir a Bogotá, ciudad que albergaba las mas reconocidas casas disqueras del país y por ende a los mas grandes artistas, siendo llamado para grabar con los mas destacados como: Joe Arroyo, Diomedez Díaz, Jorge Oñate, Andrés Cepeda, Moisés Angulo, Totó la Momposina, etc.
Es tanto el auge de Ramón Benítez y sus múltiples grabaciones con los grupos Vallenatos, que estos artistas incorporan para sus conciertos en vivo el Eufonio, llegando a ser el instrumento de viento mas apetecido en la costa caribe de Colombia y otras regiones.
Una anécdota que se hizo muy famosa por esos años: es que Ramón Benítez estaba tocando en un famoso club campestre en la ciudad de Valledupar, conocida como la capital mundial del Vallenato y sede del festival de la leyenda Vallenato, que en algún momento se le acerca un músico y entre otras cosas le dice: Maestro Ramón, gracias a usted yo tengo trabajo, a lo cual Ramón pregunta, y como es eso, si yo no tengo ninguna empresa, el músico le dice, gracias a sus muchas grabaciones con todos los grupos Vallenatos, se nos ha abierto puertas para trabajar con ellos, es mas, músicos que tocan otros instrumentos como trompeta o sax, se están dedicando a estudiar el Eufonio, porque ellos saben que al ejecutar este instrumento, tienen la oportunidad de entrar a uno de estos grupos y poder viajar y tocar múltiples conciertos.
Para el año de 1999, Carlos Vives artista muy conocido, viaja a Miami a grabar su primer álbum con Emilio Stefan Jr, llamado: El amor de mi tierra, invitando a grabar a Ramón Benítez y su Eufonio, donde se destaca una canción que se llama 19 de Noviembre, donde Ramón Benítez hace un solo que lo inmortalizó y que lo dio a conocer a nivel internacional, ganando múltiples premios Grammy, tanto Americanos como Latinos.
Ramón Benítez, hoy por hoy, es un reconocido músico, que ha sido galardonado con muchos homenajes y reconocimientos en todo el país, ganándose el aprecio de conocidos y extraños.
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